LAS
GRANDES TRUCHAS Y SU IMPORTANCIA BIOLÓGICA
Heber Arenas
devolviendo a sus aguas a un magnífico ejemplar de trucha autóctona en el mes
de abril, en Asturias.
En
algunas ocasiones se escuchan comentarios de personas que afirman que las
grandes truchas son perjudiciales para su especie, etc. Este tipo de
comentarios además de ser totalmente falsos, a veces ponen en peligro
poblaciones de trucha por difundir estas ideologías entre algunas personas y pescadores.
Las
grandes truchas son naturales de las poblaciones de trucha, podrán existir
siempre que el río, embalse o lago tenga condiciones para albergar ejemplares
de gran tamaño. Los condicionantes principales para que algunos ejemplares de
trucha consigan alcanzar gran tamaño son: abundancia de alimento, caudal o
volumen de agua suficiente y temperaturas adecuadas (entre 9-20 ºC , las truchas ganan
volumen en menos tiempo y están mas activas). Muchas truchas grandes no son
viejas, sino que con las condiciones adecuadas mencionadas anteriormente, adquieren
gran tamaño en poco tiempo, por lo que son muy fértiles y fecundas. En
cautividad una trucha puede llegar a vivir un máximo de 14 años, mientras que
en la naturaleza es muy raro que superen los 10-11 años, debido a la “dureza”
de las condiciones naturales adversas.
En
un río natural, la zona alta del mismo está ocupada por alevines y ejemplares
de pequeño tamaño, la zona media del río está habitada por truchas de pequeño y
mediano tamaño y en la zona baja del río habitan las grandes truchas, junto con
truchas de mediano tamaño y pocas pequeñas, esto ocurre así de forma general en
la gran mayoría de los ríos. Los ejemplares se distribuyen en el río según su
tamaño y necesidades biológicas, de manera totalmente organizada en beneficio
de su propia especie.
Las
truchas grandes tienen una dieta muy variada, se alimentan de una gran variedad
de especies de insectos acuáticos, terrestres, anfibios, crustáceos, peces, pequeños mamíferos como
ratones e incluso aves de pequeño tamaño, como polluelos de algunas aves
acuáticas. También en algunas ocasiones se alimentan de alevines de su misma
especie, pero las truchas medianas y las pequeñas, también se comen a otras
truchas más pequeñas (como ocurre en la gran mayoría de las especies de peces).
Esto es algo que lleva sucediendo millones de años y es natural, es lo que se
llama selección natural. Como comenté anteriormente los ejemplares se
distribuyen por el río según sus tamaños de manera que disminuya la competencia
entre ellos y se alcance el mayor éxito posible para su propia especie.
En
tramos de algunos ríos, desafortunadamente se encuentran especies exóticas invasoras (cangrejo americano, perca
sol, alburno, lucio, etc ) muy dañinas para las especies autóctonas, en estos
casos las grandes truchas son capaces de especializarse en depredar individuos
de estas especies exóticas y así poder controlar sus poblaciones en la medida de lo posible.
Las
truchas grandes son los ejemplares más fuertes de una población truchera, capaces
de resistir mejor las riadas, las
enfermedades, los depredadores naturales, etc. El único depredador natural
ocasional que tienen son las nutrias. También los humanos se convierten en
depredadores de las grandes truchas y son los principales causantes del
descenso alarmante, de estos grandes individuos y de la merma de la especie,
por diversos motivos como la pesca extractiva, contaminación por vertidos y
residuos, obras en el cauce de los ríos, introducción de especies exóticas,
etc.
Cuando
llegan las crecidas de los ríos en los meses de octubre y noviembre, las
truchas remontan el río hasta las zonas altas para reproducirse posteriormente
en el período comprendido desde finales de noviembre hasta febrero (depende del
río, sus condiciones físicas y del año), cuando la temperatura del agua
desciende por debajo de los 10-12ºC .
Las grandes truchas durante el período de reproducción, dejan de alimentarse y
son capaces de remontar más kilómetros del río, para llegar a las zonas de
reproducción de las zonas altas de los ríos, debido a que tienen mayores
reservas energéticas, que les proporcionan una mayor fortaleza.
Para
la construcción de los nidos las hembras con potentes movimientos de su cola
excavan en el lecho del río un hoyo, donde depositan posteriormente los huevos
a la vez que el macho los insemina. Posteriormente la hembra, cubre los huevos
fecundados con una capa de piedras y grava para protegerlos, hasta que nazcan.
Cuanto mas grande sea la hembra mayor será el nido, mas profundo y será capaz
de mover piedras de mayor tamaño. Lo que proporciona una mayor protección a los
huevos frente a las riadas invernales y depredadores.
Las
truchas durante la reproducción depositan una media que varia de 900 a 3000 huevos por cada
kilo de peso, este número de huevos/kilo varía entre las poblaciones de las
diferentes cuencas fluviales, debido a factores naturales como el caudal del
río, cantidad de alimento disponible, temperatura, etc. Contra mayor sea la
trucha, más cantidad de huevos produce y son de mayor diámetro, lo que dará
lugar a alevines mas grandes y mas desarrollados, que competirán en mejores
condiciones por los recursos existentes. En el caso de los machos, contra mayor sea el
macho y mejor alimentado esté, mas esperma produce y de mejor calidad, pudiendo
fecundar los huevos de mas hembras.
Los
grandes ejemplares de trucha permanecen mas tiempo tras la freza vigilando e
intentando proteger los nidos, hasta que pasado un período de tiempo que varía
entre unos días o semanas, deciden regresar a las zonas bajas del río, en muchos
casos al mismo sitio o pozo del río donde habitan el resto del año. Una vez
allí las grandes truchas finalizan su prolongado ayuno y vuelven a alimentarse
correctamente como el resto del año.
Para
mejorar el estado de las poblaciones de trucha en España es fundamental
entender que estos grandes ejemplares son de vital importancia para las
poblaciones de trucha. Se debe mejorar la calidad de las aguas todo lo posible
evitando que existan vertidos contaminantes a las aguas, protegiendo los
bosques de ribera, retirando residuos
contaminantes (plásticos, metales, etc) de los cauces, evitar obras en los
cauces que alteren los ecosistemas acuáticos, etc. Y nosotros los pescadores
debemos realizar una pesca sostenible con el medio ambiente. Para ello la pesca
sin muerte es una valiosa herramienta de gestión piscícola que se debe tener
muy en cuenta, que nos permite disfrutar de nuestra afición favorita y a su vez
conservar a las poblaciones trucheras. El futuro de la especie está ahora más
que nunca en nuestras manos, salvemos a esta importante especie autóctona.
"Las
grandes truchas llevan existiendo desde hace millones de años y nunca fueron
perjudiciales para su especie, sino todo lo contrario."
Heber Arenas
Franco.
-
Técnico
en Trabajos Forestales y Conservación del Medio Natural.
-
Técnico
Superior en Organización y Gestión de los Recursos Naturales y Paisajísticos.
-
Miembro
de la junta directiva de la Real Asociación
Asturiana de Pesca Fluvial.
Pesca a Mosca Galicia.
Buena información. Cierto, los depredadores ecológicos con su afán de matar, buscan pretextos sin tener bases reales. Los pescadores queremos capturar a la "madre" de todas las truchas, para satisfacción personal, de igual forma es obligación después de capturar un buen ejemplar, regresarlo con la finalidad de que continue su vida reproductiva y util. Quizá mañana tengamos la dicha de una muena captura con alguno de sus descendientes. Además dejaremos mejores posibilidades de que nuestros hijos disfruten de la bella actividad de la pesca con responsabilidad.
ResponderEliminarTo maintain equilibrium we need these predatory large fish, they have always been in the river and it should remain so. The greatest threat to rivers across the world is man and his greed.
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