lunes, 30 de junio de 2014

Caprichos del Destino.

Caprichos del Destino
Sobre el broche de oro

Llegados a Irlanda para comenzar el Erasmus en la University College Cork en el mes de septiembre, son los últimos días de la pesca del salmón, y mi desconocimiento sobre la normativa de este país hacen que renuncie a intentarlo, un buen gasto de licencia y cotos para sólo 8 días. Trabajo le costó¡! pero por una vez el raciocinio pudo más…
La temporada del salmón y reo comienza en la mayoría de los ríos el 1 de febrero prolongándose hasta el 30 de septiembre –existiendo cotos privados los cuales aplican un calendario propio–  y prolongándose la pesca de la trucha hasta finales de octubre.
A falta de salmón, sombrero titular con las moscas, mochila para las botas, vadeador y bocata, mi Greys todoterreno –¡! un cañón ¡! gran regalo de mis compis de pesca antes de venirme para Esmeralda–  y a patear kilómetros de río en busca de las pintonas.
Se terminaba la temporada, y como suele ocurrir, siempre nos depara alguna sorpresa… Corría el último día de la temporada de pesca en Esmeralda, 15 de octubre de 2013, por siempre recordado…
Luego de hablar con pescadores locales, me indican un buen lugar para trucha. Esas tablas sin fin, por la cintura, muy lentas y con unas cebadas increíbles… ya no sabes a donde atender y a cual tirar, tratas de tranquilizarte a ti mismo, es decir: entras en  trance…
Sin embargo al atardecer los peces no se movían, octubre aquí no es precisamente un mes cálido. Tocaba intentarlo a ninfa. Se animaba la cosa¡! Truchas de buen porte iban asomando con esas pheasant tail y oreja de liebre caseras; llámenme clásico, pero no hay perdigón que se le parezca a estas dos joyas.
Una bonita corriente, un lance más y... el hilo se para. Clavar, pero cuando clavas y la caña se te escapa de las manos, sabes que algo bueno y bonito tienes al otro lado del terminal…
Convenciéndome de que no podía ser él, el Rey no podía ser para mí tan rápido… LO ERA¡! ahí estaba, con esa majestuosa cola rompiendo la película del agua…
¡¡ERA MI PRIMER SALMÓN A MOSCA ¡!

Luego de 20 minutos con mi 0,16mm defendiéndome de esas carreras, y “paseando” río arriba-río abajo según el añal lo requería, ahí estaba a mis pies, ese pez que ya me ha encandilado para toda la vida.
Fotillos, beso, y al agua, donde deben estar esos peces que tanta felicidad nos dan…

Una pequeña reflexión
En un tiempo de constante debate, en mis años de universitario, ya en el desarrollo de mi Tesis, algo he sacado en limpio cuando leo un comentario, una argumentación… Si una explicación es ambigua y necesita de varias vueltas sólo caben dos posibilidades: O se desconoce por completo el tópico analizado, o se intenta llegar al auto-convencimiento a partir de explicaciones vanas. Jackson y Penrose (1993) denominaron Construcciones Sociales a la forma por la cual los individuos pensamos y usamos categorías para estructurar nuestra experiencia y análisis del mundo.
Un acto lícito no lleva aparejado la justificación de su fin. Clavarle un estoque a un toro en medio de una plaza abarrotada de gente, tirar ovejas desde un campanario, poner bolas de fuego a una vaquilla, llevarse cientos de peces de los ríos cada año contribuyendo a  terminar con nuestra pasión será lícito, pero no ético y responsable para nuestro tiempo.
He ahí la labor del nuevo pescador deportivo, porque las estructuras sociales, como mecanismo dinámico e integrador de la cultura y conocimiento, están para romperlas…
Mi punto de vista ¿?
ü  Argumento: Si te llevas los peces estás contribuyendo (ya sea en un ínfimo porcentaje) a socavar tu forma de vida y deporte que te da tantas satisfacciones y felicidad.
ü  Solución: No llevarlos… y tratar de proteger y defender el río de tantos y tantos factores que lo dañan hoy día.

A unas semanas de terminar el Erasmus, a intentar engañar con mosca al Rey del Río, quizás llegue de nuevo el broche de oro, ojalá…
Por otro lado, desde aquí mi ánimo y apoyo por la triste e injusta situación que está viviendo Pablo Castro Pinos, el tiempo te dará la razón.
Un fuerte abrazo desde Esmeralda, a día de hoy, ya mi segunda casa.
¡¡!! Keep in touch ¡¡!!


… por Álex Puente

6 comentarios:

  1. ¿Y por qué además de lícito, es ético, pinchar con un anzuelo una y otra vez a las truchas?

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  2. ¿Es más ético matarlo y comérselo? ¿Es más ética la superpoblación humana que necesita alimentarse con métodos de superproducciones en granjas etc?

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  3. La verdad es que quieres ser ecolojeta pero ellos te llamarán pincha peces yo respeto al que suelta todas sus capturas porque tu no eres capaz de respetar al que se aprovecha del recurso de forma sostenible ,es absurdo pensar que soltar a un pez en un medio contaminado y sin alimento gracis a plaguicidas y ese largo etc que todos sabemos ,es mejor actitud que llevarse dos truchas para cenar y mochar contra lo que de verdad esta matando nuestros rios

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  4. Las matemáticas son tozudas. Si restas 2 a cualquier número, ese número será siempre N-2. Los plaguicidas, las presas, la contaminación y demás agresiones merman las poblaciones de trucha en gran proporción, qué duda cabe...cuando nos llevamos "sólo 2", también... Es cuestión de querer sumar, o restar, en definitiva ser parte del problema, o parte de la solución. Tú decides.

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  5. sólo veo esnucadores anónimos.....hay que tener valor y dar la cara.Ganas de matar es lo que sobra en este cochino mundo, mejor pinchar con un anzuelo y volver al río que morir con el pescuezo rotoy acabar en alguna triste sartén para ser la cena de un amargado

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